La experiencia en esta profesión hace que la vergüenza se mitigue con el tiempo a base de caídas ante un micro, porque levantarse implica tablas y seguridad. El primer bochorno en público lo viví en la facultad, mientras realizaba una práctica de radio en la que retransmitir con intensidad un partido, de fútbol claro. Fui el peor de todos con diferencia, pero mi profesor valorando mi esfuerzo y ridículo, me aprobó, porque supo ver que yo nunca me iba a ganar la vida narrando goles.
En mi promoción, muchas y muchos soñaban con ser periodistas del género futbolero, algunos hoy son nombres reconocidos en las ondas y la prensa de letras grandes a todo color. Desgraciadamente no puedo decir lo mismo de ellas, ansiaban igualmente locutar un partido pero parece que la profesión no les dio una oportunidad más allá de una beca.
En estos días de eclipse esférico-mediático, los hombres reinan en el deporte rey y ellas se asoman al papel o las pantallas en el rol de despampanantes parejas de jugadores o reporteras bellas a pie de campo. A destacar, el caso de la periodista colombiana Andrea Guerrero, duramente criticada por entrevistar con cariño a James Rodríguez, al cual posó la mano sobre su hombro lesionado. Su profesionalidad e incluso sus piernas, han sido cuestionadas en masa por parte de la afición lapidadora, masculina y femenina…
Con un hombre esto hubiera sido imposible, más que nada porque no sé donde retransmiten partidos de futbol femeninos y se sabe que en este periodismo, la voz cantante la lleva él.
Sin olvidar a las leyendas patrias del medio, Maria Escario y Olga Viza, esta semana el rayo de esperanza en la evolución de la especie en el campo, se llama Claudia Neumann. Ya forma parte del club de mujeres luchadoras de primera vez que…Narra un partido de la Eurocopa para Alemania. Lo hizo en la segunda cadena y en un Gales-Eslovaquía, pero lo hizo, recibió aplausos también críticas, poco constructivas, pero nadie le quita el hito convertido en esperanza de aquellas que hoy estudian para gritar gol en femenino…
