Las reinas de la intolerancia pintan autobuses para dar visibilidad, con impunidad, a mensajes fascistas que son un grito a la intolerancia y una falta de respeto hacia todas aquellas personas que no han nacido como ellos, sin ese odio hacia la diferencia.
No puedo evitar pensar en todos esos hij@s de los integrantes de Hazte oír nacidos LGTB (deberían saber que ese 10% que cuenta la estadística no entiende de ideologías), y sentir pena por unos chavales que no sienten como a sus progenitores fundamentalistas les gustaría que sintieran. Personitas que lo tendrán más difícil y que estarán condenados a la infelicidad y el tormento que conlleva la negación e incomprensión en sus casas. Vaya desgracia, tener un padre o madre, o los dos, así, miembros de una asociación que finalmente a través del bus han hecho oír su voz, pobre de espíritu, pero que afortunadamente ha sido respondida por infinitas voces más que piden la retirada y claman por el respeto, la libertad y la tolerancia. Seguro que Jesucristo preguntaría a los ultracatólicos ¿Dónde está el problema? para acto seguido reprochar tal actitud y recordar que se les ha olvidado aquello del amor sobre todas las cosas …
Afortunadamente por esta tierra no tenemos transporte que insulte, aquí tenemos motivos para celebrar la inauguración de los casi cinco kilómetros de carril bici, y el único problema, si hablamos de autobuses, son las alteraciones en la EMT y esto es porque Valencia ya huele a pólvora. Cómo me gusta decir esto último, porque lo de que huele flores es un topicazo, pero lo del masclet es real, la fiesta ya esta aquí y al movimiento forro polar no hay quien lo pare.
Antes y con toda la ligereza de ropa que permiten unos 20 grados de media, ya se lo han disfrutado bien en Las Palmas de Gran Canaria con sus carnavales. Mira que la chirigota me aburre, pero me pasa todo lo contrario con la elección del Drag Queen 2017, un playback fallero a lo bestia, excesivo, excéntrico y a veces surrealista. Dos pechos de goma inmensos captaron mi atención y ahí me quedé, atento hasta el final de la gala, cuando Anabel Alonso gritó el nombre de Sethlas ganadora. La drag que bebiendo de divas como Madonna y Lady Gaga, provocó con lo ya visto antes, virgenes, cruces, altares y otros símbolos…Nada que no haya sido fotografiado por David LaChapelle, fácil pero hiriente para los que creen. Y me sabe mal por todos los tolerantes y respetuosos, pero así, en plan puñetero, me imaginaba a los del autobús feo, con los ojos abiertos al estilo La naranja mecánica, obligados a ver la actuación de Sethlas y eso me esbozaba una sonrisa. Como diría la Bruja Avería, qué mala pero qué mala soy…
