Si lo que pretendes es escuchar el silencio, en Alcoi lo tienes más que difícil, imposible si optas por vivir la trilogía festera con más solera de toda nuestra geografía. Así lo decidí el pasado fin de semana, disfrutar de las fiestas de Moros y Cristianos en honor a Sant Jordi, y ya llevo unas cuantas porque es el lugar donde nací y a donde siempre vuelvo. Sobre todo el 21 de abril para que todo empiece al son de un himno que cantan miles de voces y que interpretan 23 bandas venidas de toda el territorio valenciano para poner la banda sonora festiva, sin ellos la fiesta sería muda o no sería nada . Y así entre marcha y pasodoble, te cruzas con legiones de visitantes cámara en mano par inmortalizar tanta vistosidad, o mentira en mano, bebida típica a base de agua limón y café licor que despeja y anima al mismo tiempo. Entre paisanos y turistas de repente me cruzo por la calle con Camilo Sesto, hijo predilecto de la ciudad que no perdía detalle del gran día de la entrada desde un balcón del Ayuntamiento.
No cantó pero lanzó saludos a diestro y siniestro como buena megaestrella que es. A la política siempre le ha gustado visitar Alcoi el día en el que las tropas moras y cristianas brillan invadiendo el centro histórico. Así, en la tribuna de invitados había un festival de consellers, diputados nacionales, autonómicos y provinciales y alcaldes de la comarca. Allí destacaba la presencia del presidente de la Generalitat Ximo Puig y el president de Les Corts Enric Morera acompañado de Fran Ferri.
Pero si algo me cautivó ese día, fue ver la Muixeranga d’Algemesí acompañando al capitán cristiano Luís Sanus. La fuerza de los castellers se repetía en cada rincón del recorrido y presenciarlo, simplemente era pura emoción. Al día siguiente fue la presidenta del PPCV Isabel Bonig la que pisó el terreno de batalla, en la jornada más eclesiástica en honor al patrón.
Y de fond,o en cualquier conversación, siempre surge el mismo tema, el de la mujer a la que tanto le ha costado integrarse en la fiesta y la que contra tantos dinosaurios tiene que luchar. En el pasado fue un inmenso placer ver a mujeres, de naturaleza guerrera, pisando fuerte en las primeras escuadras femeninas. Este año ellas ya han desfilado con un sargento y estoy seguro que en el futuro, hombres y mujeres, viviremos plenamente en igualdad festera, tiempo al tiempo…
De momento lo vivido no me lo quita nadie y cierro estas fiestas con algunos amigos nuevos, con las ganas de arrancar de mi cabeza la melodía de Despacito y con mis sentidos bien alimentados. Hasta la próxima Alcoi…