Cuánto más tenemos, más sufrimos. Inmerso en una vorágine millennial, me encuentro de repente con un nueva dificultad a la que enfrentarme. Es real y me pasa cada noche. Cómo no hay bastantes adversidades en este primer cuarto de siglo XXI, ahora va y adquiero un nueva modalidad de ansiedad, de tipo seriéfila. Paradójicamente, este reciente nervio con forma de inquietud, aparece cuando supone que debe reinar la paz y tranquilidad, en los últimos coletazos del día que transcurren en el sofá. Es mi momento, o lo era, porque el exceso de oferta ha hecho de mi un espectador insoportable, sumido en un continua búsqueda de la serie perfecta. O la encuentro o me enfado.
Se ha convertido en algo compulsivo, entro a mi perfil de Netflix , empiezo a pasear por las novedades, continúo por las recomendaciones para descubrir, lo que ya he visto o no quiero ver, y pienso a veces, qué poco me conoces Netflix… Lo mío con la plataforma streaming no funciona bien últimamente, estamos distanciados, hemos pasado grandes momentos, pero recientemente y como dice mi colega Teresa Díez, veo en ella una especie de fast food de las series, donde antaño consumía felices temporadas en forma de binge-watching.
Hace poco empecé a notar la ansiedad , buscaba la serie, no la hallaba, y así, una calurosa noche de verano, mientras quería pensar, con esperanza, que lo nuevo por venir de Strangers Things y Narcos , podría arreglar lo nuestro, decidí serle infiel. Hace tiempo ya tuve un leve escarceo con Prime Video de Amazon, unos capítulos de The man in the high castle, nada serio… Pero esta vez, sabía que era diferente. Me suscribí a HBO, sabiendo que lo del primer mes de prueba gratis, era sólo una excusa, que al final acabaría pagando los 7,99 € mensuales y así ha sido. A día de hoy he conseguido calmar mi ansiedad a base de The Exorcist y The night Of. Acabo de empezar Big Little Liars y ya sé que no la voy a poder dejar, hay calidad. Creo que no se lo tendré que contar, seguro que algoritmo de Netflix ya se ha enterado y como dice Maluma, puede que agrandemos el cuarto y lo hacemos otro rato… Busco problemas donde no los hay.