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Revista Urban

NO LIKES

Gracias a ellos he olvidado por momentos la infrafinanciación valenciana. ¡Muera el amor, arriba el champú y otras prescripciones publicitarias! Es la conclusión a la que llego con el chascarrillo de la semana. La noticia me llegó en forma de whatsap inesperado, el mensaje que no el contenido, en el que me decían que era un día muy triste. La amiga que me lo contaba asegura que después de la separación de Paula y Busta, ha dejado de creer en el amor. Porque ella, inocente y ajena al show bussines, creía cual fe en esa imagen idílica de duo feliz con la que provocaban hiperglucemia a diestro y siniestro. Siempre he sospechado de la demostración hiperbólica de felicidad hecha pública. Porque si tu vida sentimental es plena, de verdad, no hay necesidad de tanta sobreexposición en red, a no ser que lluevan contratos.
La difusión social de tristeza matrimonial en cambio es diferente, imagino que quien siente la necesidad de expresar su lamento en forma de post, encontrará en la exhibición de su pena, una especie de psicoanálisis, reconozco que me ruboriza cuando lo veo, pero lo puedo entender… Esta modalidad lágrima es más escasa en el perfil de celebridad y sólo se utiliza bajo los efectos naturales de la desesperación humana o en su defecto, bajo consejo de abogado o agente de publicidad.

En la parte positiva este verano me ahorro ver las imágenes dándose el lote en el primer baño ibicenco. Pero si eres la pareja de España, tu ruptura también pertenece a España para alimentar unos corrillos a los que todavía le quedan abogados, patrimonio, custodias y futuros rollos…
El instituto de estadística de Hola! dice que la separación es el desenlace natural de una pareja en la que los dos se dedican a la farándula, con la excepción patria de Ana Belén y Victor Manuel. Caminos sentimentales que se separan, pasa todos los días, pero sólo este hace que me pregunte si después de todo, él volverá al gym y al terrible mundo del pendiente, pelo largo engominado y traje blanco. Él le regaló atención mediática pero ella le salvó del horterismo salvaje en el que se encontraba inmerso desde su salida de la academia.
Es el ocaso de los Beckam de acá, a los que tanto provecho les ha dado el postureo de la pasión en forma de instagram. Besos y mensajes edulcorados con los que convencieron del cuento de hadas a mi amiga, hoy descreída y desolada, sí. Pero la pena sentimental de verdad no mola tanto, porque no vende champús, como mucho alguna portada, y eso para los protas de la semana, no likes…

By FerranCano, 07/04/2017
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